En los últimos años, un grupo de ex empleados de Diario Tiempo ha llevado a cabo una intensa campaña mediática contra la familia Rosenthal, alegando que sus derechos laborales han sido ignorados y que no han recibido sus prestaciones correspondientes tras el cierre del diario. Sin embargo, una revisión detallada de los hechos revela que muchas de estas afirmaciones están basadas en información engañosa y malintencionada, promovida por individuos con agendas ocultas y conexiones cuestionables.
El Contexto Judicial
El conflicto entre los ex empleados y Diario Tiempo tiene sus raíces en una demanda laboral interpuesta en enero de 2016 en los tribunales de San Pedro Sula, donde se reclamaban derechos laborales para más de 180 empleados. A lo largo del proceso judicial, la familia Rosenthal ha enfrentado múltiples obstáculos, incluyendo cambios constantes de jueces y tácticas dilatorias utilizadas por los abogados de los demandantes. A pesar de estas dificultades, se logró un fallo a favor de los ex empleados, aunque no todas sus pretensiones fueron concedidas.
Argumentos y respuestas
Uno de los principales argumentos de los ex empleados es que la familia Rosenthal se ha negado a cumplir con la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que les ordena pagar las prestaciones. No obstante, la realidad es que la empresa Editorial Honduras, propietaria de Diario Tiempo, quedó sin bienes porque los ex empleados la saquearon. Por ejemplo, se robaron las cuentas por cobrar y las fueron a cobrar en efectivo, y Mazariegos, junto con otros fotógrafos, se llevaron el equipo de cámara y otros equipos del diario. Asimismo, se llevaron todos los equipos e inmuebles que había en el edificio.
Además, los ex empleados han rechazado las ofertas de negociación de los Rosenthal, que incluían participaciones y propiedades en lugar de pagos en efectivo. Los Rosenthal incluso ofrecieron a los ex empleados la posibilidad de tener participación y manejo del diario durante un periodo de tiempo para que pudieran pagarse de las ganancias del diario, pero esta oferta también fue rechazada. En cambio, muchos ex empleados que aceptaron las ofertas de los Rosenthal regresaron a trabajar para las empresas de la familia y ahora se encuentran en una situación laboral estable. Aquellos que rechazaron todas las ofertas siguen buscando difamar a los Rosenthal, manteniendo viva una campaña de desprestigio contra la familia y su imagen pública.
#NoticiasGirasolTV | 🇭🇳 Declaraciones de uno de los ex empleados de Diario Tiempo, en el cual le piden a la presidenta Xiomara Castro Sarmiento que puedan exigirle al ING. Yani Benjamín Rosenthal que pueda cumplirles a más de 234 empleados el pago de sus prestaciones laborales.👇 pic.twitter.com/87bLj4zURa
— Girasol TV (@girasol_tv) May 2, 2024
La verdad tras la campaña mediática
Es crucial señalar que la campaña mediática emprendida por estos ex empleados ha sido alimentada por intereses políticos y personales. Se ha centrado en desacreditar a Yani Rosenthal, un conocido político hondureño, mientras que se ha omitido mencionar a otros miembros de la familia, como Carlos Rosenthal, quien también estuvo involucrado en las operaciones del diario. Este enfoque selectivo sugiere una clara intención de dañar la reputación de Yani Rosenthal en particular, por el expresidente hondureño, quien actualmente se encuentra en Nueva York enfrentando cargos relacionados con actividades ilícita.
Conclusión
La historia de los ex empleados de Diario Tiempo es compleja y está llena de matices que han sido manipulados para servir a intereses específicos. Aunque es indudable que merecen recibir sus prestaciones, la narrativa promovida por algunos de ellos ha sido deshonesta y distorsionada. Es fundamental que el público y las autoridades consideren todos los aspectos de este caso y no se dejen influenciar por campañas de desprestigio motivadas por agendas ocultas.
[…] tácticas empleadas por este grupo han sido variadas y sofisticadas. Desde la manipulación de información en medios de comunicación hasta la presentación de testimonios falsos en tribunales, han buscado crear una imagen negativa […]